Ante tanta incertidumbre con el tan sonado tema de la pandemia es lógico que muchos se encuentren desgastados y mucho más desesperados por su situación económica que depende única y exclusivamente de su labor diaria. El tema ha venido tomando tanta fuerza que en las redes sociales se invita a la desobediencia y el no acatamiento de las órdenes o recomendaciones respecto a los temas de bioseguridad.
Es muy complejo lograr hacerle entender a los menos favorecidos y que por obvias razones se encuentran en dificultades de cualquier índole, que no salgan, que hay que cuidarnos, que es mejor quedarnos en casa y evitar cualquier tipo de contagio y propagación del virus. Y el tema es tan complejo que por donde camine o transite uno ve a muchos ciudadanos solicitando ayuda, en las calles los rostros de personas angustiadas con miradas de desconcierto e incertidumbre.
La verdad este enfrentamiento a un enemigo silencioso pero destructor a cual más, oculto pero que ataca a quien se le antoje sin piedad, con tantos síntomas y sin una certeza de conocer en qué momento nos ataca, nos contagiamos y lo que es peor es esa fase de ser asintomático donde sin querer y mucho menos sin saberlo podemos ser los portadores y trasmisores de desgracias de una magnitud indescriptible.
Vamos a completar un año de estar conviviendo, si es que a todo esto se le puede decir “vida” por aquello de convivir, con esta pandemia que se extendió de una manera tan rápida y certera que el número de víctimas supera los dos millones en todo el mundo, para preocuparse cuando en el país se habla de casi 25.000 víctimas una cifra que nos coloca en una situación de profunda reflexión. He dicho y lo repito, debemos buscar alternativa para intentar conservar los empleos, intentar que la economía no se vea tan afectada, que su dinamismo nos permita subsistir por todo lo que depende de ella.
Hemos encontrado nuevas maneras de trabajar, la tecnología nos permite de una u otra manera conservar esa dinámica, el sector de los domicilios se ha visto fortalecido, las plataformas digítales para compras se han convertido en otra alternativa y hasta clases virtuales, diplomados y post grados de manera virtual, hoy están a la vanguardia educacional; incluso ver a nuestros hijos tomar clases del colegio y la universidad en nuestra casa, los especialistas hablan de efectos catastróficos para sus mentes y hablan incluso de su desarrollo emocional.
Lo único cierto es que todos tenemos algo de responsabilidad en esta situación, tenemos que diferenciar lo prioritario y lo que puede esperar o aplazarse para que no de un afán o un descuido desencadene en una situación de dolor de la cual nos tengamos que arrepentir; contagiarnos y luego contagiar a alguien que quizás mañana o luego ya no este con nosotros.
Constantino Camargo.
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