Es de suma importancia y dadas las actuales circunstancias de la expansión de virus, hacer un alto en el camino y revisar el comportamiento de muchos donde la gran mayoría de una u otra forma hemos contribuido. Escuchamos por los medios de comunicación que “nos relajamos” y al ver las imágenes de los noticieros, tener que salir por necesidad a la calle y ver la irresponsabilidad de muchos que se confirma en las cifras desmedidas de aumento en los contagios y por ende en las muertes.
¿Qué tipo de seres somos? En verdad no lo sé pero estoy seguro que a muchos de aquellos que gracias a su insensatez y por qué no decirlo irresponsabilidad hoy forman parte de esa temerosa estadística de los contagiados. Me permito citar información reciente por parte del Ministerio de Salud. “Hoy se realizaron 30.897 pruebas (20.419) PCR más 10.478 de Antígeno) y se encontraron 11.528 nuevos casos. Se registró el mayor índice de contagios con el 37.31% registrándose 270 muertos en el país”.
Luego de esa forzosa para de varios meses donde la economía a nivel mundial se vio afectada, me pregunto qué va a pasar si continuamos transitando por el camino de la indiferencia y del creer que el tema no es con nosotros a pesar de… todos los dolorosos testimonios que vemos a diario pero que irónicamente no escuchamos y mucho menos aplicamos. El enemigo oculto no tiene discriminación alguna, de hecho ya no solo a los adultos está afectando, también a los jóvenes y niños, los médicos piden en voz alta que seamos responsables, nos protejamos, nos cuidemos siendo sensatos aplicando todos los protocolos de bioseguridad. ¿Lo estamos haciendo?
Y es que si tenemos que regresar al confinamiento o encierro total, estoy seguro que las consecuencias serían más nefastas pues hace poco empezamos este camino de “recuperación” que entre todos debemos transitar pero no desbordados sin un autocontrol que en verdad le haga la guerra y destruya ese enemigo muy oculto y que vino para enseñarnos pero que por nuestra rebeldía y cultura, nos negamos a aceptar esta realidad.
Entonces ¿a quién agradecemos? Quizás cuando logremos entender que el tema es más grave de lo que creemos y que en cualquier momento nos puede tocar, incluso llevar. ¿Hay algo que agradecer? ¿A quién? De mí parte quisiera que como un nuevo amanecer ya no hubieran más contagiados y por supuesto muertes a causa de… la irresponsabilidad o sensatez.
Constantino Camargo.
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